jueves, 9 de julio de 2009

LA SIBILA DEL RIN


hildegarda

  • Dedicado a MARTINE con cariño

Hildegard von Bingen nació en 1098 y falleció en 1179. Fue científica, hagiógrafa, líder monástica, médica, mística, pintora, profetisa, y, por lo que más nos interesa aquí, compositora de música maravillosa. En definitiva una mujer que atesoró, para su tiempo, una cultura impresionante.

Hildegarda, aunque en puridad era una religiosa de comienzos de la Baja Edad Media, más nos parece una dama culta del Renacimiento, o incluso una aristócrata ilustrada de la Francia prerrevolucionaria.

Nacida en una familia noble alemana, era la menor de diez hijos, y por ser la décima fue considerada como el “diezmo” para Dios, según la mentalidad medieval, siendo entregada a los catorce años al monasterio de Disibodenberg.

Hildegarda recibió durante estos primeros años una educación monástica rudimentaria, la mejor y la única para su edad en aquellos tiempos por otra parte, que comprendía: lengua latina (para poder seguir la liturgia); lectura de la Sagrada Escritura (memorizando los Salmos); y el canto gregoriano.

Desde muy niña, Hildegarda tuvo visiones, que más tarde la propia Iglesia confirmaría como inspiradas por Dios (en la imagen superior podéis verla recibiendo el mensaje divino). Estos episodios los vivía conscientemente, es decir, sin perder los sentidos ni sufrir éxtasis. Ella los describió como una gran luz en la que se presentaban imágenes, formas y colores; además iban acompañados de una voz que le explicaba lo que veía y, en algunos casos, de música.

Tal fue el reconocimiento que llegó a tener en su época que fue conocida como la Sibila del Rin. La gente la buscaba para escuchar sus palabras de sabiduría, para curarse o para que los guiara.

Por si todo esto fuera poco, creó su propia Lingua Ignota, primera lengua artificial de la historia, con su propio alfabeto.

Hildegarda compuso setenta y ocho obras musicales, agrupadas en Symphonia armonie celestium revelationum (“Consonancia de la armonía de las revelaciones celestiales”): 43 antífonas, 18 responsorios, 4 himnos, 7 secuencias, 2 sinfonías (con el significado propio del siglo XII, ‘consonancia’, por oposición a diafonía, ‘disonancia’), 1 aleluya, 1 kyrie, 1 pieza libre y 1 oratorio (¡fascinante, pues según los expertos el oratorio se inventó en el siglo XVII!) Además, compuso un auto sacramental musicalizado llamado Ordo Virtutum.

Y para terminar os dejo una pequeña muestra de las maravillosas composiciones de nuestra Hildegard von Bingen. Bajo el título general de Heavenly Revelations recoge una miscelánea de once obritas, entre himnos, secuencias, antífonas y responsorios. La versión está interpretada por la Oxford Camerata, un coro inglés especializado en este tipo de composiciones, dirigida por Jeremy Summerly, cantor procedente del New Colege de Oxford, todo un referente en este repertorio.

Y ahora escuchar esta música celestial, relajaros y dejaros acunar en los brazos de Hildegarda, AQUÍ.

¡Salud, paz y una sonrisa por favor!
Elgatosierra

8 comentarios:

mara dijo...

Gato querido, si pudiera figurarme el paraiso, lo imaginaría con esta música...
Muchísimas gracias Quinoff por este platazo que nos has brindado.
Afectuosamente dedicado a Martine.
With all our hearts.....

Elgatosierra dijo...

Preciosísima Dra. Mara, si el amigo Quinoff, para quien deben ser todos los parabienes, me lo permite cada vez tendrás más música paradisiaca como ésta.
Salud, paz y una sonrisa por favor.
Elgatosierra

Anónimo dijo...

Sólo un alma tan grande como la de Hildegard puede, en momentos tan conflictivos como en los de su tiempo, remontar los siglos y arrobarnos en un vacío interior donde, dicen, habla Dios, en el más puro silencio espiritual.

Yo era seguidor del Cuervo, es decir, seguidor de su Blog. Unos desacuerdos en la forma de "hacer política" por parte de mi amigo Gabriel, el Cuervo López, hizo que el retiro se me hiciera inevitable.
Fue una despedida cordial. Cuando le informaba acerca de mi retiro, noté cierta extraña tranquilidad en sus frases la última vez que hablamos. Precisamente nos despedíamos uno o dos días justo antes de tener la noticia de su gravedad.
Su pasión mahleriana, ¡y rusa!, casi hasta el extremo, llamó mi atención cuando un Enero de 2008 me topé con un DVD de la Trágica, disco que tan laboriosamente había descargado y puesto en su rinconcito virtual. Me llenó de alegría. Mi sueño de que algún día en la Red "alguien" colgaría esa increíble música, se había hecho realidad, más todavía cuando en la lectura del primer post, en donde prometía subir integrales del Maestro. Vaya, era una locura, a tal punto que meses despúes, al ir combinando a Mahler con post ilustrativos, divertidos, placenteros, su blog recibía un reconocimiento mundial, debido a sus aportes, llenos de utilidad, y que llenaban tan gratamente nuestros días, elevados en ciertos momentos, alegres en otros.

Se fue. Se me fue. Era un amigo, quizás el único con quien, a la distancia, he podido compartir un cariño por algo o por alguien, la música y Gustav Mahler.
¿Saben? El y yo nos re encontramos en el tiempo, puesto que estoy convencido de que no ha sido la única vez y no será ---claro que sí--- la única oportunidad de volver a ser compañeros de este interminable camino que ni la muerte ni la distancia podrá obstaculizar ahora ni nunca.

Así será. Hasta siempre amigo. Aquí, en frente de otros amigos desconocidos, te envío el homenaje de mi corazón que siempre te recuerda, pues eres más que un nombre: un alma y un espíritu.
Te quiero.

Veglio Clavijo
Ecuador.

Elgatosierra dijo...

Se bienvenido Veglio.
Se te recuerda con agrado.
Ya sabes que algún sentido somos almas gemelas.
Salud, paz y una sonrisa para Gabriel.
Elgatosierra

mara dijo...

¡Veglio! ¿Vos también por acá? ¡Qué gusto! ¿Me conoces, no? Soy Mara, y me alegro mucho de reencontrarte.

PD: Quinoff, por favor, dile a Ernesto que se apure, que cada vez son más los amigos sentados a esta mesa.

q u i n o ƒ ƒ dijo...

Mara: Cada vez crece más mi alegría y más enfática se vuelve también mi disposición a que todos aquí sean bienvenidos. Es bastante claro que si mucho de todo esto es virtual, el aprecio en cambio, es real, genuino y perdurable. Lo virtual es el marco, lo demás, la “pintura”, la hacemos todos nosotros en nombre de lo auténtico. Para algo somos humanos!

A Ernesto lo aguardo yo también, y el Sr. Don Gato emplea su don de convocatoria.

mara dijo...

Quinoff,

Desde mucho tiempo antes que Antígona enterrara a su hermano, es la fuerza de la pasión la que mueve a la Humanidad y de eso tenemos más que suficiente. El mundo virtual no queda excluido de esa ley.
Creo que no hace falta que te aclare que comparto tu alegría, a mi modo, o mejor, en el modo que puedo, que no siempre es el mejor.

Anónimo dijo...

Recomendable leer un antecedente histo'rico, muy rico en contenido.

 
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